He leído el magnífico post de SEVILLISTA SOY, sobre Cruzcampo (si no lo habéis leído, no os lo perdáis) y también el de Alvarado, yo me he quedado estupefacto.
Pero de lo que yo quiero hablar, es del recuerdo que esto me ha traído.
Mi padre,(ese que está entre Manolo Liz y Ramoní), tenía una tienda de comestibles y bebidas en el barrio Voluntad, en la calle Prosperidad, esquina a San Juan (hoy Evangelista), junto a la puerta del campo de futbol de los Salesianos de Triana.
Pues bien los domingos se daban tres partidos en ese campo, uno a las nueve, otro a las once y el último a la una de la tarde.
Estoy hablando de los años 50. Les puedo decir que el campo se llenaba para ver los partidos que allí se jugaban, partidos de Regional y de la Local sevillana, sobre todo cuando jugaban equipos de Triana, como el Voluntad, Esperanza de Triana y otros muchos.
Y mi padre que era cliente de cruzcampo, vendía 20 o 30 cajas de cervezas los domingos, lo que le reportaba un dinerito extra para criar a seis hijos. Pero entonces exigían pagar por adelantado y más de un domingo, si mi padre no tenía el dinero lo dejaban sin cervezas y esa semana no había extra, con el consiguiente perjuicio.
En el momento que llegó Estrella del Sur a Sevilla, ya no entró mas cruzcampo en la tienda y no solo eso sino que ayudó bastante a introducir La Estrella del Sur en Sevilla, sobre todo en Triana.
Una manera de ayudar a esta cervecera era que, cuando salíamos juntos mis padres y nosotros los hijos, algunos con novia y otras con novio, entrabamos en un bar y cuando el camarero preguntaba, ¿que desean los señores?, mi padre le preguntaba si tenían Estrella del Sur y si decía que no, nos dábamos la vuelta y nos íbamos, así lo hicimos en muchos bares y al día siguiente mi padre le decía al vendedor de la Estrella las direcciones de los bares donde habíamos estado,
Esto es así como lo cuento y más de un mando de la cervecera se pasaba por la tienda. Recuerdo a un Sr. creo que de apellido Encinas, que alguna vez lo he visto en la calle y me reconocía la ayuda que les prestó mi padre en todo lo que pudo.
Esto lo cuento por el recuerdo que tengo de mi padre en la tienda, trabajando desde las 7 de la mañana cuando llegaba el panadero, hasta las diez u once de la noche, sin cerrar a mediodía y comiendo sentado detrás del mostrador, tal como hacen hoy día los chinos.
Y digo yo, que hay cervezas muy buenas en el mercado y que yo no soy de los que piden cruzcampo, que si me ponen otra me dá lo mismo.
Espero no haberme extendido mucho, pero esto me ha salido de muy adentro.
Ojalá vea a mi
SEVILLA FUTBOL CLUB llevando en el pecho otra marca de cervezas.